Acerca de cuando soy Lola

Cuando soy Lola te digo que me hago una paja cada noche para dormir más tranquila, o más rápido; como le escuché decir a Freud alguna vez "el mejor somnífero es el orgasmo".
Cuando soy Lola te digo que soy adicta a la marihuana, al cigarrillo, al alcohol y a la masturbación. 
Te escupo mis ganas de chupar pija,
te escupo mis ganas de chupar una concha bien depilada.
Cuando soy Lola te digo que me gustabas porque eras medio puto.
Te digo que tengo más razones para que me gusten las mujeres que los varones.
Que cuando te veo tocar la guitarra no puedo dejar de pensar en tus dedos en mi clítoris.
Cuando soy Lola te digo que Lacan era psicótico y que Ana Freud era torta, de Freud mejor no hablar.
Te digo que tengo fantasías con orgías multitudinarias.
Que me encanta que me pongas en cuatro y me pegues en el culo.
Cuando soy Lola te digo que la chica tonta y tierna que encontraste en mi cama es sólo un personaje más.
Te digo que me pierdo entre personaje que me invento y que soy tantas que ya me olvidé lo que quería decir.
Cuando soy Lola te digo todo lo que te da vergüenza escuchar, todo lo que no te animás a decir-confesar-pensar, porque cuando soy Lola el psicoanálisis y su represión no existen. 
Resumiendo, cuando soy Lola no me importa nada ni nadie, soy pura descarga, puro deseo, pura pasión, placer, odio, estupidez, políticamente incorrecta, alejada, abstraída, guarra, graciosa... todo lo que Lu no me deja ser-decir porque ya tiene demasiado psicoanálisis encima.