Historia de verano

Les regalo una historia

Estaba en la playa de un lago, en la cordillera, tomando sol aunque ya tenía la piel dorada, había bastante gente. Veo llegar a una familia compuesta por un chongo de dimensiones impresionantes, canoso, tatuado, un poco de barba, brazos gigantes... ufff me excito de solo describirlo. Vuelvo, llega con su mujer y dos hijas pequeñas.
Lo miro fijo y sin disimulo, detrás de mis lentes de sol le recorrí el cuerpo con deseo... Se instalan con sus cosas al lado mío, yo chocha. Me empecé a hacer la linda, la interesante y llamativa (no hace falta mucho para esto último) y lo descubría mirándome cada tanto. Me saqué los lentes y lo miré fijo a los ojos más de una vez hasta que por fin le dice a la mujer que se tiene que ir a solucionar un problema de laburo, me invita con la mirada mientras se despide, y se va. No lo podía creer, dudé un poco, hasta que junté mis pocas cosas y lo seguí.
Lo encontré en el estacionamiento, apoyado sobre una camioneta, me mira, y sin decir nada abre la puerta y me hace un gesto para que suba. Arranca y nos vamos. Lo miro y le empiezo a acariciar la entrepierna despacio, voy apretando un poco más su músculos firmes, le desato la malla, meto mi mano por debajo, lo acaricio, ya estoy caliente, el sigue manejando sin decir nada. Le empiezo a hacer una paja mientras me toco las tetas, escupo mis manos, ya estoy húmeda. Me agacho y le empiezo a chupar la pija como si fuese mi última vez, entregada totalmente al delirio. Su pija está dura y yo sólo quiero que me coga, que me destroce con esa pija, que me haga gritar.
Frena, me levanta la cara, estamos al costado de la ruta, entre unos árboles, me dice que baje, salgo, me agarra de la cintura y me sienta en la caja, me saca la malla y me empieza a chupar la concha suavemente, yo le agarro la cabeza y la aprieto contra mi, lo quiero ahí para toda la vida, con su lengua húmeda y sus dedos penetrándome despacio, anticipando lo que viene y haciéndome mojar más.
Se detiene, me chupa las tetas con fuerza, me agarra del cuello y me besa en la bocha por primera vez. No doy más, soy suya.
Me suelta con brusquedad,  me mira fijo, y me mete la pija de una y con fuerza, me duele, me asusto, grito, me mira con intensidad y me besa mientras me penetra más suavemente, me sujeto de su cuello y se lo beso, se lo muerdo y le susurro
- más fuerte
- sos una trola
- soy tuya

me empieza a coger con fuerza, con una mano sostiene mi cuello y con la otra me frota fuerte el clítoris ...
me mira fijo, desafiante

- sos una putita calentona
- si
me pega una cachetada
me gusta
me vuelve a pegar
no doy más

- ¿la puta de quién sos?
- soy tuya, soy tuya, haceme acabar...
- suplicá
- por favor, haceme acabar, no pares...

me coge con más velocidad, me mira a los ojos y goza conmigo
me desarmo en un orgasmo ardiente
tiemblo
lo miro con gracia y deseo
me arrodillo a sus pies
- acabame en las tetas
y le chupo la pija con sabor a mi hasta que me corre la cabeza con fueza para atrás y  tira toda su leche en mi pecho, la desparramo y juego con mis tetas...

se vuelve a poner la malla, me alcanza mis cosas, un beso en la mejilla, y me deja ahí.

- ya fue, después de ese polvo no me importa nada

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